viernes, 4 de marzo de 2016

REVOLUCIONES SIGLOS XVlll Y XlX

REVOLUCION FRANCESA 


La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien, después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, la organización política de Francia durante el siglo XIX osciló entre repúblicaimperio y monarquía constitucional, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del feudalismo y del absolutismo en ese país,1 y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, apoyada en ocasiones por las masas populares, se convirtió en la fuerza política dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida en que lo derrocó con un discurso e iniciativas capaces de volverlo ilegítimo.
Según la historiografía clásica, la Revolución francesa marca el inicio de la Edad Contemporánea al sentar las bases de la democracia moderna, lo que la sitúa en el corazón del siglo XIX. Abrió nuevos horizontes políticos basados en el principio de lasoberanía popular, que será el motor de las revoluciones de 1830de 1848 y de 1871

Causas


El Tercer Estado cargando al Primer y al Segundo Estado.
En términos generales fueron varios los factores que influyeron en la Revolución:3
  • un régimen monárquico que sucumbiría ante su propia rigidez en el contexto de un mundo cambiante, y que, tras varios intentos de adoptar medidas destinadas a atajar la crisis política y económica, capituló ante la violenta reacción de la nobleza;
  • una aristocracia (la nobleza y el alto clero) aferrada a sus privilegios feudales, que bloqueó todas las reformas estructurales (deMachault, de Maupeou, de Turgot) que se intentaron implantar desde la Corte;
  • el auge de una clase burguesa nacida siglos atrás, que había alcanzado un gran poder en el terreno económico y que ahora empezaba a propugnar el político. Su riqueza y su cultura la había elevado al primer puesto en la sociedad, posición que estaba en contradicción con la existencia de los estamentos privilegiados, nobleza y clero;
  • la exasperación de las clases populares urbanas y del campesinado, empobrecidos por la subida de los precios –en particular de los cereales y del pan, base de la alimentación— y por el incremento continuo de los impuestos y derechos señoriales y reales. El diezmo que cobraba el clero, apenas servía para mantener el culto y socorrer a los pobres. El campesinado contestaba además el origen de la propiedad de los derechos y servidumbres feudales (recogidos en los llamados «libros terriers»), que les parecían abusivos e injustos;
  • la expansión de las nuevas ideas ilustradas;
  • la regresión económica y las crisis agrícolas cíclicas (la que estalló en 1788 fue la más violenta de todo el siglo XVIII), agravados por las malas cosechas en los años que precedieron a la Revolución;
  • la quiebra financiera provocada por los vicios del sistema fiscal, la mala percepción y la desigualdad de los impuestos, los gastos de la Corte, los costes de las guerras, y por los graves problemas hacendísticos causados por el apoyo militar a la guerra de Independencia de los Estados Unidos. Esta intervención militar se convertiría en arma de doble filo, pues, pese a ganar Francia la guerra contra Gran Bretaña y resarcirse así de la anterior derrota en la guerra de los Siete Años, la hacienda quedó en bancarrota y con una importante deuda externa. Los problemas fiscales de la monarquía, junto al ejemplo de democracia del nuevo Estado emancipado precipitaron los acontecimientos.
Desde el punto de vista político, fueron fundamentales ideas tales como las expuestas por VoltaireRousseauDiderot o Montesquieu (como por ejemplo, los conceptos delibertad política, de fraternidad y de igualdad, o de rechazo a una sociedad dividida, o las nuevas teorías políticas sobre la separación de poderes del Estado). Todo ello fue rompiendo el prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen, ayudando a su desplome.
Desde el punto de vista económico, la inmanejable deuda del Estado fue exacerbada por un sistema de extrema desigualdad social y de altos impuestos que los estamentos privilegiadosnobleza y clero no tenían obligación de pagar, pero que sí oprimía al resto de la sociedad. Hubo un aumento de los gastos del Estado simultáneo a un descenso de la producción agraria de terratenientes y campesinos, lo que produjo una grave escasez de alimentos en los meses precedentes a la Revolución. Las tensiones, tanto sociales como políticas, mucho tiempo contenidas, se desataron en una gran crisis económica a consecuencia de los dos hechos puntuales señalados: la colaboración interesada de Francia con la causa de la independencia estadounidense (que ocasionó un gigantesco déficit fiscal) y el aumento de los precios agrícolas.
El conjunto de la población mostraba un resentimiento generalizado dirigido hacia los privilegios de los nobles y del alto clero, que mantenían su dominio sobre la vida pública impidiendo que accediera a ella una pujante clase profesional y comerciante. El ejemplo del proceso revolucionario estadounidense abrió los horizontes de cambio político entre otros.
El 11 de julio de 1789, el rey Luis XVI, actuando bajo la influencia de los nobles conservadores al igual que la de su hermano, elConde D'Artois, despidió al ministro Necker y ordenó la reconstrucción del Ministerio de Finanzas. Gran parte del pueblo de Parísinterpretó esta medida como un auto-golpe de la realeza, y se lanzó a la calle en abierta rebelión. Algunos de los militares se mantuvieron neutrales, pero otros se unieron al pueblo.
El 14 de julio el pueblo de París respaldó en las calles a sus representantes y, ante el temor de que las tropas reales los detuvieran, asaltaron la fortaleza de la Bastilla, símbolo del absolutismo monárquico, pero también punto estratégico del plan de represión de Luis XVI, pues sus cañones apuntaban a los barrios obreros. Tras cuatro horas de combate, los insurgentes tomaron la prisión, matando a su gobernador, el Marqués Bernard de Launay. Si bien sólo cuatro presos fueron liberados, la Bastilla se convirtió en un potente símbolo de todo lo que resultaba despreciable en el Antiguo Régimen. Retornando al Ayuntamiento, la multitud acusó al alcalde Jacques de Flesselles de traición, quien recibió un balazo que lo mató. Su cabeza fue cortada y exhibida en la ciudad clavada en una pica, naciendo desde entonces la costumbre de pasear en una pica las cabezas de los decapitados, lo que se volvió muy común durante la Revolución.





LA REVOLUCION INDUSTRIAL


La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial es el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y Norteamérica, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico,1 que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.2
La Revolución Industrial marca un punto de inflexión en la historia, modificando e influenciando todos los aspectos de la vida cotidiana de una u otra manera. La producción tanto agrícola como de la naciente industria se multiplicó a la vez que disminuía el tiempo de producción. A partir de 1800 la riqueza y la renta per cápita se multiplicó como no lo había hecho nunca en la historia,3 pues hasta entonces el PIB per cápita se había mantenido prácticamente estancado durante siglos.4En palabras del premio Nobel Robert Lucas:
Por primera vez en la historia, el nivel de vida de las masas y la gente común experimentó un crecimiento sostenido (…) No hay nada remotamente parecido a este comportamiento de la economía en ningún momento del pasado.5
A partir de este momento se inició una transición que acabaría con siglos de una mano de obra basada en el trabajo manual y el uso de la tracción animal siendo estos sustituidos por maquinaria para la fabricación industrial y el transporte de mercancías y pasajeros. Esta transición se inició a finales del siglo XVIII en la industria textil y la extracción y utilización de carbón. La expansión del comercio fue posible gracias al desarrollo de las comunicaciones con la construcción de vías férreas, canales o carreteras. El paso de una economía fundamentalmente agrícola a una economía industrial influyó sobremanera en la población, que experimentó un rápido crecimiento sobre todo en el ámbito urbano. La introducción de la máquina de vapor de James Watt en las distintas industrias fue el paso definitivo en el éxito de esta revolución, pues su uso significó un aumento espectacular de la capacidad de producción. Más tarde el desarrollo de los barcos y ferrocarriles a vapor así como el desarrollo en la segunda mitad del XIX del motor de combustión interna y la energía eléctrica supusieron un progreso tecnológico sin precedentes.6 7 Como consecuencia del desarrollo industrial nacieron nuevos grupos o clases sociales encabezadas por el proletariado —los trabajadores industriales y campesinos pobres— y la burguesía, dueña de los medios de producción y poseedora de la mayor parte de la renta y el capital. Esta nueva división social dio pie al desarrollo de problemas sociales y laborales, protestas populares y nuevas ideologías que propugnaban y demandaban una mejora de las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas, por la vía del sindicalismo, el socialismo, el anarquismo, o el comunismo.8
Aún sigue habiendo discusión entre historiadores y economistas sobre las fechas de los grandes cambios provocados por la Revolución Industrial. El comienzo más aceptado de lo que podríamos llamar Primera Revolución Industrial, se podría situar a finales del siglo XVIII, mientras su conclusión se podría situar a mediados del siglo XIX, con un período de transición ubicado entre 1840 y 1870. Por su parte, lo que podríamos llamar Segunda Revolución Industrial, partiría desde mediados del siglo XIX a principios del siglo XX, destacando como fecha más aceptada de finalización a 1914, año del comienzo de la Primera Guerra Mundial. El historiador marxista Eric Hobsbawm, considerado pensador clave de la historia del siglo XX 9 sostenía que el comienzo de la revolución industrial debía situarse en la década de 1780, pero que sus efectos no se sentirían claramente hasta 1830 o 1840.10 En cambio, el historiador económico inglés T.S. Ashton declaraba por su parte, que la revolución industrial tuvo sus inicios entre 1760 y 1830.11 Algunos historiadores del siglo XX, como John Clapham y Nicholas Crafts, argumentan que el proceso de cambio económico y social fue muy gradual, por lo que el término «revolución» resultaría inapropiado. Estas cuestiones siguen siendo tema de debate entre historiadores y economistas
Los inicios de la industrialización europea hay que buscarlos en la Edad Moderna. A partir del siglo XVI se vislumbra un avance en el comercio, métodos financieros, banca y un cierto progreso técnico en la navegaciónimpresión o relojería. Sin embargo estos avances siempre se veían lastrados por epidemias, constantes y largas guerras y hambrunas que no permitían la dispersión de los nuevos conocimientos ni un gran crecimiento demográfico. Según el historiador Angus Maddison, Europa Occidental experimentó un crecimiento demográfico prácticamente nulo entre 1500 y 1800. El Renacimiento marcó otro punto de inflexión con la aparición de las primeras sociedades capitalistas en Holanda y el norte de Italia. Es a partir de mediados del siglo XVIII cuando Europa comenzó a distanciarse del resto del mundo y a asentar las bases de la futura sociedad industrial debido al desarrollo, aún primitivo, de la industria pesada y laminería.14 15 La alianza de los comerciantes con los agricultores hizo aumentar la productividad, lo que a su vez provocó una explosión demográfica, acentuada a partir del XIX. La Revolución Industrial se caracterizó por la transición de una economía agrícola y manual a una comercial e industrial16 cuya ideología se basaba en el racionalismo, la razón y la innovación científica









LA ILUSTRACIÓN

La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual europeo (especialmente en Francia e Inglaterra) que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo XIX. Fue denominada así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces.
Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía para construir un mundo mejor. La Ilustración tuvo una gran influencia en aspectos económicos, políticos y sociales de la época. La expresión estética de este movimiento intelectual se denominará neoclasicismo

Características[editar]Desde Gran Bretaña, donde algunos de los rasgos esenciales del movimiento se dieron antes que en otro lugar, la Ilustración se asentó enFrancia, donde la anglofilia fue difundida por Voltaire, y produjo aquí su cuerpo ideológico, el enciclopedismo, y sus más representativas personalidades (Montesquieu, Diderot, Rousseau, Buffon, etc); también dio sus frutos, en ocasiones más o menos autónomamente, pero en la mayoría de casos dependientes de Gran Bretaña y, sobre todo, de Francia, en otras zonas europeas (Países Bajos, la península italiana yla ibérica, el conglomerado germánico, Polonia, Rusia, Suecia, etc.) o en sus colonias americanas; frutos condicionados por el grado de desarrollo ideológico y sociopolítico adquirido en el momento de lanzamiento de la nueva ideología y por el proceso interno seguido a lo largo de su desenvolvimiento.

El siglo XVIII constituye, en general, una época de progreso de los conocimientos racionales y de perfeccionamiento de las técnicas de la ciencia. Fue un período de enriquecimiento que potenció a la nueva burguesía, si bien se mantuvieron los derechos tradicionales de los órdenes privilegiados dentro del sistema monárquico absolutista. Sin embargo, la historia del siglo XVIII consta de dos etapas diferenciadas: la primera supone una continuidad del Antiguo Régimen (hasta la década de 1770), y la segunda, de cambios profundos, culmina con la Revolución estadounidense, la Revolución francesa y Revolución industrial en Inglaterra.
Esta corriente abogaba por la razón como la forma de establecer un sistema autoritario ético. Entre 1751 y 1765 se publicó en Francia la primera Enciclopedia, de Denis Diderot y Jean Le Rond D'Alembert, que pretendía recoger el pensamiento ilustrado. Querían educar a la sociedad, porque una sociedad culta que piensa por sí misma era la mejor manera de asegurar el fin del Antiguo Régimen (el absolutismo y las dictaduras se basan en la ignorancia del pueblo para dominarlo). En su redacción colaboraron otros pensadores ilustrados comoMontesquieuRousseau y Voltaire.

Los líderes intelectuales de este movimiento se consideraban a sí mismos como la élite de la sociedad, cuyo principal propósito era liderar al mundo hacia el progreso, sacándolo del largo periodo de tradiciones, superstición, irracionalidad y tiranía (periodo que ellos creían iniciado durante la llamada Edad Oscura). Este movimiento trajo consigo el marco intelectual en el que se producirían las revoluciones Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y Revolución francesa, así como el auge del capitalismo y el nacimiento del socialismo. En la música estaba acompañado por el movimiento barroco y en las artes por el movimiento neoclásico.

 






 TRANSFORMACIONES SOCIALES

Los cambios sociales : La sociedad del Antiguo Régimen, Sociedad Estamental, se caracterizaba por la existencia de grupos cerrados. La nobleza y el clero eran estamentos privilegiados porque tenían derechos especiales, por ejemplo, no pagaban impuestos. La sociedad industrial o de clases se caracteriza por la igualdad de los ciudadanos ante la ley, la aparición de nuevos grupos sociales y la movilidad porque la riqueza es la base de la posición social. La nobleza perdió gran parte de su influencia y muchos se arruinaron porque las rentas agrarias no permitían mantener su estilo de vida. Para conservar su influencia utilizaron dos estrategias: El enlace matrimonial con la burguesía. La alianza con la burguesía. La nobleza se mantuvo presente en 3 aspectos: En la política: Monopolizó los cargos de las Cortes y fueron miembros del senado tal y como se recogía en muchas constituciones. En lo económico: Entraron a formar parte de los consejos de administración. Se puede hablar de alianza financiera entre nobleza y alta burguesía. En la social: Impone sus costumbres a la alta burguesía. El clero perdió influencia y la base fundamental de su riqueza. El clero regular descendió y el secular pasó a depender de la dotación económica del Estado. Durante La Restauración, algunas órdenes religiosas aumentaron su influencia a través de la enseñanza. Su influencia siguió siendo grande en las pequeñas ciudades. La burguesía y las clases medias. La burguesía es la gran protagonista del siglo. Obtuvo beneficios diversificando sus actividades. Banqueros y administrativos tuvieron en Madrid su centro de actividad. En Barcelona y Bilbao su riqueza pero venía de la industria, el comercio o los transportes. Junto a ellos aparecen las clases medias: abogados, médicos,…, muy influyentes. Y junto a ellas los funcionamientos, denominados cesantes, porque cambiaron con el cambio del gobierno. Las clases populares, el grupo más amplio, estaba formado por los campesinos. En las ciudades seguía siendo muy abundante el artesanado, lo que indica el escaso grado de industrialización y la poca fuerza del movimiento obrero. En el siglo XIX se mantuvo en España el régimen demográfico antiguo, caracterizado por altas tasas de natalidad y altas tasas de mortalidad, lo que originaba un crecimiento muy lento de la población. La transición demográfica no se produjo hasta principios del siglo XX (1910) cuando comienza el descenso de la tasa de mortalidad. El rasgo más característico de la demografía española es que el descenso de la tasa de natalidad se produce casi simultáneamente al descenso de la tasa de mortalidad, por lo que el crecimiento demográfico no es alto.
Aunque ya se indicó más arriba, conviene recordar que el medio ambiente, la evolución demográfica, el sistema productivo y la organización social y política interactúan y se condicionan mutuamente. Como en el resto de Europa de aquella época, la economía velezana se basaba en dos pilares fundamentales: la agricultura y la ganadería. Referente a la explotación del monte (saltus, en latín) en general, se pueden destacar la ganadería, silvicultura, apicultura y caza.
La toma de posesión de las tierras velezanas por don Pedro Fajardo inició una decidida estrategia para la activación económica de una tierra caracterizada por ser durante 250 años la frontera con el reino de Murcia. El propio marqués escribe en una carta sin fecha sobre el aprovechamiento de las aguas del pago de El Piar que “oy en día esta allí en pie los vestigios de un lugar que se llamaba El Piar y la torresita de la mezquita, porque antiguamente quando Murçia hera de moros avía en la huerta de Veles el Blanco e el Ruvio quinse poblaçiones o alquerías que llaman ellos, y esta era la una de ellas. Estavan puestas en aquellos llanos syn fuerças ningunas, solamente al proposyto de aquellas aguas e de aquellas tierras. Despues de ganado por los cristianos el Reyno de Murçia fue forçado al caerse estas alquerias a los lugares fuertes asy como Veles el Blanco e el Ruvio que por ser fuertes se retraxeron alli”


                    TRANSFORMACIONES POLITICAS

Otra característica del siglo XVIII es que el absolutismo monárquico alcanza en toda Europa su mayor fuerza y esplendor. Es en este siglo, donde la burguesía se opone ya a la monarquía absoluta, pues aquella, que ya tenía el poder económico, aspira a alcanzar el poder político monopolizado por la   nobleza.
 Será la burguesía la que asuma el protagonismo en este siglo, que se enfrenta al sistema político-social establecido, aspiran a destruir el denominado “Antiguo Régimen” sintetizado en el absolutismo y  los privilegios de la nobleza y clero, elabora una cultura nueva: la Ilustración.   
En lo concerniente a las relaciones internacionales europeas, apareció  un sistema político llamado a tener un gran predicamento: el equilibrio europeo . Esta fórmula, propugnada por Inglaterra, representaba el instrumento político del naciente imperialismo británico. A través de este sistema, Inglaterra lograba eliminar cualquier rival peligroso en el continente, enfrentándolo con otra potencia o con una coalición, mientras que su flota se imponía en el Océano y sus tropas conquistaban la supremacía en el mundo colonial. En este sentido, no hay duda de que  el siglo XVIII inició la preponderancia política inglesa, como el siglo XVII había sido de predominio francés y el XVI, de auge español.En el nuevo orden internacional europeo desaparecieron por completo las influencias religiosas que tanta importancia habían ejercido hasta mediados del siglo XVII. Los conflictos europeos del siglo XVIII nacieron de oposiciones dinásticas y económicas. Por tal motivo, esta centuria es la época de las guerras de Sucesión y de las luchas coloniales de gran vuelo. A finales del siglo XVII asistiremos a la guerra de Sucesión a la corona española. 
En esta centuria asistiremos al progreso de las cienciasde vital trascendencia y básico para entender la situación del progreso actual. Contemplaremos laevolución artística  propia.  El Presidente Balmaceda, aplicó atribuciones que le permitía la Constitución y tomó decisiones sin consultar al Congreso, produciéndose un gran conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo (Congreso).
La República conservadora o autoritaria, que se había consolidado con la Constitución de 1833, dio paso a la República Liberalque como indica su nombre, estimulaba un mayor liberalismo en Chile. Así, entre 1861 y 1891, se aprobaron leyes que buscaban limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad y en la política chilena.
Se pone fin a la reelección presidencial, la Iglesia católica pierde algunos de sus  poderes en la vida civil, ley de matrimonio civil, libertad de cultos y finalmente el Parlamento adquiere cada vez mayor poder en relación al Presidente de la República. A este período se lo denomina República Liberal, que finalizó con la guerra civil de 1891 entre los partidarios de un gobierno presidencialista y aquellos que apoyaban un sistema parlamentario. Entre los años 1886 y 1891 gobernaba al país el Presidente  José Manuel Balmaceda.







TRANSFORMACIONES AMBIENTALES 
Resultado de imagen para revoluciones siglos xviii y xixA partir de este momento se inició una transición que acabaría con siglos de una mano de obra basada en el trabajo manual y el uso de la tracción animal siendo estos sustituidos por maquinaria para la fabricación industrial y el transporte de mercancías y pasajeros. Esta transición se inició a finales del siglo XVIII en la industria textil y la extracción y utilización de carbón. La expansión del comercio fue posible gracias al desarrollo de las comunicaciones con la construcción de vías férreas, canales o carreteras. El paso de una economía fundamentalmente agrícola a una economía industrial influyó sobremanera en la población, que experimentó un rápido crecimiento sobre todo en el ámbito urbano. La introducción de la máquina de vapor de James Watt en las distintas industrias fue el paso definitivo en el éxito de esta revolución, pues su uso significó un aumento espectacular de la capacidad de producción. Más tarde el desarrollo de los barcos y ferrocarriles a vapor así como el desarrollo en la segunda mitad del XIX del motor de combustión interna y la energía eléctrica supusieron un progreso tecnológico sin precedentes.6 7 Como consecuencia del desarrollo industrial nacieron nuevos grupos o clases sociales encabezadas por el proletariado —los trabajadores industriales y campesinos pobres— y la burguesía, dueña de los medios de producción y poseedora de la mayor parte de la renta y el capital. Esta nueva división social dio pie al desarrollo de problemas sociales y laborales, protestas populares y nuevas ideologías que propugnaban y demandaban una mejora de las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas, por la vía del sindicalismo, el socialismo, el anarquismo, o el comunismo.8
Resultado de imagen para revoluciones siglos xviii y xixAún sigue habiendo discusión entre historiadores y economistas sobre las fechas de los grandes cambios provocados por la Revolución Industrial. El comienzo más aceptado de lo que podríamos llamar Primera Revolución Industrial, se podría situar a finales del siglo XVIII, mientras su conclusión se podría situar a mediados del siglo XIX, con un período de transición ubicado entre 1840 y 1870. Por su parte, lo que podríamos llamar Segunda Revolución Industrial, partiría desde mediados del siglo XIX a principios del siglo XX, destacando como fecha más aceptada de finalización a 1914, año del comienzo de la Primera Guerra Mundial. El historiador marxista Eric Hobsbawm, considerado pensador clave de la historia del siglo XX 9 sostenía que el comienzo de la revolución industrial debía situarse en la década de 1780, pero que sus efectos no se sentirían claramente hasta 1830 o 1840.10 En cambio, el historiador económico inglés T.S. Ashton declaraba por su parte, que la revolución industrial tuvo sus inicios entre 1760 y 1830.11 Algunos historiadores del siglo XX, como John Clapham y Nicholas Crafts, argumentan que el proceso de cambio económico y social fue muy gradual, por lo que el término «revolución» resultaría inapropiado. Estas cuestiones siguen siendo tema de debate entre historiadores y economistas
                                                                      

transfomaciones economicas

 Hasta fines del siglo XVIII, la economía europea se había basado casi exclusivamente en la agricultura y el comercio. Lo que hoy llamamos productos industriales eran, por entonces, artesanías, como por ejemplo los tejidos, que se fabricaban en casas particulares. En una economía fundamentalmente artesanal, el comerciante entregaba la lana a una familia y ésta la hilaba, la tejía y devolvía a su patrón el producto terminado a cambio de una suma de dinero.

A lo largo del siglo XVIII fue cambiando también la modalidad de explotación de la tierra: rotación de cultivos, uso de algunos fertilizantes, mejoras en el instrumental de labranza, reducción del personal al mínimo imprescindible. En los lugares en que se aplicaban estos cambios generalmente en las tierras de las personas más pudientes se tendió a aumentar la producción y, en consecuencia, a bajar los precios.

A su vez, los campos fueron cercados y los grandes propietarios, conscientes de los beneficios que les brindaba el nuevo sistema, se adueñaron de las tierras de los campesinos quienes, de esta manera, se quedaron sin nada. Esto provocó que muchos comenzaran a trasladarse hacia los centros urbanos en busca de trabajo.

En las ciudades que comenzaron a llenarse de establecimientos industriales, las familias numerosas se veían en serias dificultades, porque siempre la cantidad de puestos de trabajo era menor que la masa de obreros sin empleo. Los campesinos no paraban de llegar a las ciudades y esto empeoraba las cosas: ante tanta oferta de mano de obra, los patrones rebajaban los sueldos y hasta despedían a los que estaban trabajando para tomar niños y pagarles menos. En los grandes centros industriales ingleses, como Manchester, Londres y Liverpool, los desocupados se contaban por miles.

Por otra parte, los transportes y comunicaciones en Gran Bretaña eran fáciles y baratos puesto que no existe una excesiva distancia al mar. Además, durante el siglo XVIII se producen avances en los transportes interiores, debido al desarrollo de un sistema de canales navegables y a las mejoras introducidas en la construcción y mantenimiento de carreteras. Estos cambios permitieron un mayor desarrollo del comercio, creando un importante mercado interior, que sería favorable para dar salida a la producción industrial.

A este incremento de la demanda interior habría que añadir el aumento de la demanda exterior, tanto de Europa continental como de sus colonias norteamericanas. Gran Bretaña exportaba tejidos de lana a precios más bajos, lo que contribuyó a su desarrollo económico, incrementando con las primeras industrias de algodón.

Este desarrollo del comercio aceleró el desarrollo de la Revolución Industrial, ya que proporcionó materias primas para las nuevas industrias, amplió la demanda, creó excedentes de capitales para financiar las diferentes etapas de la revolución y propició el desarrollo del sistema financiero.